
En 1881, un grupo de industriales, comerciantes y fabricantes de tejidos de lana y algodón, llegaron a un acuerdo para crear un banco que diera soporte financiero a sus respectivos negocios. De esta manera surgió el Banco de Sabadell -más tarde desaparecería la preposición-, una entidad que inició su funcionamiento con los modos de una empresa familiar y en la que el traspaso de acciones se encontraba restringido a parientes directos.
Durante el siglo XX, al margen de vaivenes históricos puntuales, la entidad fue creciendo de forma moderada, constante y dentro de su ámbito local. Hasta 1975 no inauguró su primera sucursal fuera de Cataluña. La primera oficina en el extranjero se situó en Londres tres años después, pero no fue hasta 1996 cuando la entidad abandonó su carácter regional y se decidió por una política de expansión, concretada con la adquisición de la filial en España del banco comercial Natwest.
Con unas reservas de alrededor de 600 millones de euros, compró el 80% de Natwest España por 142 millones al británico National Westminster Bank. La operación incluía el 72,2% del Banco de Asturias, que más adelante se integraría en el Banco Herrero. Con esta adquisición nació Solbank, una marca que se especializó en el segmento de jubilados británicos residentes en España, sobre todo en la zona del Levante español y Baleares.
Operación Miami
Las exitosas adquisiciones del Banco Atlántico (2004) y Banco Urquijo (2006), animaron a la entidad de origen catalán a lanzarse al mercado norteamericano al año siguiente, con la compra del TransAtlantic Bank por un total de 175 millones de dólares. A pesar del gran costo de la operación, esta adquisición le sirvió al Banco Sabadell para introducirse en el mercado de Florida. En el año 2008 obtuvieron el negocio de banca privada del BBVA en Miami por 25 millones de euros, a través del cual el Sabadell adquirió posteriormente 10 sociedades ‘offshore’ en Islas Vírgenes para clientes latinoamericanos.
Gráfico: https://offshoreleaks.icij.org
La siguiente adquisición en la agenda del Sabadell se inició en el año 2009 y también se localizó en la ciudad de Miami. Esta vez tocó un desembolso de 142 millones de dólares, necesarios para hacerse con el Mellon United National Bank, filial del Bank of New York Mellon. Al año siguiente se acordó la fusión de estas dos sociedades con Banco Sabadell Miami. El resultado fue Sabadell United Bank, una entidad orientada a la banca comercial que consiguió establecerse como el sexto banco de Florida en número de depósitos.
Dos años después, otro banco con sede en el mismo estado norteamericano, el Lydian Private Bank, fue comprado por el Sabadell y adherido a Sabadell United Bank. Esta operación sirvió para potenciar el mercado de banca corporativa y de rentas altas. El periplo de inversiones en esta región concluyó el año 2017, cuando el Banco Sabadell decidió vender su filial de United Bank al grupo Iberiabank, de Louisiana, operación por la que obtuvo una plusvalía de 447 millones de euros.
En la actualidad, el Banco Sabadell mantiene su presencia en el mercado de Miami mediante su propia sucursal, en la que gestiona un volumen de negocio de banca privada de casi 19.000 millones. En todo caso, el interés del Sabadell se está desplazando de forma creciente hacia México, a través de su filial Banco Sabadell Institución Banca Múltiple y Sabadell Capital Sofom, con 19 centros de empresa que ofrecen todo tipo de servicios bancarios. En el último año aportaron el 3,75% de los beneficios y el 7,7% de la inversión crediticia total del grupo.
“El TSB nos ha costado un pastón”
El mercado de Florida fue la única incursión significativa del Banco Sabadell hasta el año 2015, cuando se produjo la adquisición de la unidad de negocio en España del Lloyds Bank, entidad rescatada por el gobierno británico en el año 2009. La filial española fue vendida al Sabadell por 84 millones de euros, de los cuales 53,7 se pagaron en acciones, lo que convirtió al Lloyds en accionista del Banco Sabadell con un 1,8% del capital social. Esta adquisición les ha permitido potenciar el mercado de no residentes europeos iniciado con Solbank, absorbiendo las 28 oficinas y 53.000 clientes que disponía el banco inglés en suelo español.
En el año 2015 se produjo una operación de aún mayor calado, al adquirir por 2.300 millones de euros TSB Banking Group plc, una unidad de negocio del Lloyds y marca consolidada en el Reino Unido. La migración tecnológica de esta entidad, puesta en marcha en abril de 2018, sigue en la actualidad provocando no pocos quebraderos de cabeza en el núcleo directivo del Sabadell.
Aunque por el momento no han trascendido las causas del caos informático, producido en el traspaso de registros de clientes desde la plataforma de TSB hacia los sistemas del banco español, las consecuencias se han traducido en la pérdida del acceso a servicios bancarios y en numerosas reclamaciones de usuarios que accedían a saldos de cuentas e informaciones distintas a las propias.
También el parlamento británico solicitó explicaciones en abril del año pasado, con el fin de conocer los detalles de un proceso que ha llegado a provocar el bloqueo de las cuentas de más de un millón de usuarios. La debacle de la migración tecnológica ha costado 121 millones de euros al Sabadell y ha ocasionado la pérdida de 80.000 clientes a la entidad de origen británico.
El exdirector ejecutivo Paul Prester, reconoció el pasado mes de septiembre todo este cúmulo de adversidades, asumió la responsabilidad y renunció a su puesto. Philip Augur, un exmiembro de la junta del TSB, dijo que se subestimó la gravedad del asunto durante los primeros días, cuando “errores humanos, orgullo y fallos de software” llevaron la situación al colapso.
Pocos días después de la dimisión de Prester, el TSB anunciaba nuevos problemas de orden tecnológico relacionados con la conexión de aplicaciones móviles y banca por internet. Banco Sabadell ha provisionado 142 millones de euros para hacer frente a la avalancha de más de 204.000 quejas de clientes que han denunciado a la entidad.
We’re aware of an issue affecting some of our customers when they are using our mobile app and Internet Banking this morning. We are working hard to fix this issue and will update again as soon as we can.
— TSB (@TSB) September 28, 2018
Esta situación ha dejado huella en las cuentas publicadas por la entidad financiera, que reflejan una reducción del beneficio neto de 460 millones de euros en el último año por impactos extraordinarios ocasionados por la migración y sus consecuencias posteriores. La necesidad de estas constantes provisiones ha empujado al consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, a pronunciarse el pasado mes de octubre, cuando afirmó abiertamente que el traspaso del TSB “nos ha costado un pastón”. Del mismo modo, aseguró que no habrá más provisiones en el futuro relacionadas con la migración de la franquicia inglesa, palabras que parecen dirigidas al mercado de inversores, en un periodo en el que la entidad catalana está repartiendo rentabilidades por debajo de la media del sector.
Un informe del Bank of America Merril Lynch publicado el pasado mes de abril apuntaba un problema adicional, señalando la probable dificultad -en caso de resultar necesario- de repatriar la considerable cantidad de capital que el Sabadell ha colocado en el TSB. El ‘Brexit’ no parece que vaya a mejorar las cosas. El propio Guardiola reconoció el pasado mes de octubre que provocará efectos negativos a corto plazo, aunque era optimista de cara al futuro de la economía británica.
El Banco de Inglaterra ya se ha puesto en contacto con el Sabadell para conocer los posibles efectos que este proceso pueda tener en la filial inglesa, así como asegurarse de que dispone del capital necesario para no requerir la intervención de dinero público ante eventuales pérdidas futuras.
Artículo publicado en lamarea.com